Senator Cornyn

Victoria o muerte

February 27, 2020

Al celebrar los 184 años de independencia de Texas, participaré en una tradición más “moderna”, que se remonta a solo 59 años.

Tendré el honor de compartir con la nación una de las cartas más legendarias de nuestro estado. 

Pueden reconocerla por sus tres palabras más emblemáticas: Victoria o muerte.

La carta fue escrita detrás de los muros de una antigua misión española llamada El Álamo por un teniente coronel de 26 años de edad en el Ejército de Texas, William Barret Travis.

Era el 24 de febrero de 1836, y Travis estaba bajo el ataque de una unidad de soldados casi diez veces más grande que la suya. 

Miles de fuerzas del dictador mexicano Antonio López de Santa Ana se acercaban, y Travis tuvo que actuar con rapidez.

Primero reforzó las paredes del Alamo, construyó palizadas para llenar los huecos, preparó los cañones y aseguró provisiones adicionales para sus tropas: sería un largo tramo. 

Luego escribió esta carta buscando refuerzos.
Comandancia del Álamo-

Bejar, Feb. 24. 1836

A la gente de Texas y a todos los americanos en el mundo-
conciudadanos y compatriotas-

Estoy sitiado, por mil o más de los mexicanos a ordenes de Santa Ana – he aguantado un bombardeo continuo y cañonazos por 24 horas y no he perdido a un hombre –

El enemigo ha exigido una rendición a discreción, de lo contrario, la guarnición se someterá, si la fortaleza es tomada –

He respondido a la demanda con un disparo de cañón, y nuestra bandera todavía ondea orgullosamente de las paredes – nunca me rendiré o retiraré. 

Entonces, les pido en el nombre de la Libertad, del patriotismo y de todo lo querido por el carácter americano, que vengan a nuestra ayuda, con toda diligencia –

El enemigo está recibiendo refuerzos diariamente y sin duda aumentará a tres o cuatro mil en cuatro o cinco días. 

Si esta llamada no es atendida, estoy decidido a aguantar tanto como sea posible y morir como un soldado que nunca olvida lo que se debe a su propio honor y el de su país –

Victoria o muerte.

William Barret Travis.
Coronel

P. D. El Señor está de nuestro lado – cuando el enemigo apareció a la vista no teníamos tres quintos de maíz –

Desde entonces hemos encontrado en casas desiertas 80 o 90 quintos y conseguimos de 20 a 30 cabezas de ganado –
Travis

Desafortunadamente, el destino de Travis no fue la victoria, sino la muerte.  Antes del final de la batalla, sufrió un disparo en la cabeza.

En total, 189 defensores del Alamo perdieron la vida, pero no murieron en vano. 

Los esfuerzos de última hora del teniente coronel William B. Travis para fortificar el Álamo compraron un tiempo precioso para los revolucionarios de Texas, lo que permitió al general Sam Houston maniobrar a su ejército en posición para una victoria decisiva en la batalla de San Jacinto. 

Y con esa victoria, Texas se convirtió en una nación soberana.

La lectura de esta carta al Senado de los Estados Unidos –una tradición que se remonta a casi seis décadas, a la primera sesión del senador John Tower en 1961– nos recuerda a todos que sin los valientes tejanos en el Álamo, algunos de nosotros no podríamos estar hoy.

Estoy agradecido por los patriotas de Texas que lucharon en la revolución, muchos de los cuales siguieron sirviendo en el Congreso de los Estados Unidos. 

Y es un honor para mí ocupar el asiento de uno de estos revolucionarios y uno de los primeros senadores de Texas, Sam Houston.

Cada día me siento honrado de tener la oportunidad de servir a casi 29 millones de tejanos, una oportunidad que no tendría sin los sacrificios hechos por hombres valientes como William B. Travis hace 184 años.